Tres días descubriendo las auténticas tradiciones enogastronómicas emilianas, entre Bolonia y Módena.
Se visitarán lugares de producción de los productos punteros de la zona, en empresas de gestión familiar, con cantidades más bien reducidas, pero de alta calidad y connotación histórica.
Tendremos la ocasión de conocer personalmente a los propietarios, escuchar de viva voz la historia y conoceremos las características que hacen que los productos tengan un excelente nivel de calidad.
PROGRAMA DEL VIAJE
DÍA 1
Visita a una vinagrería tradicional que exporta la cultura del auténtico vinagre balsámico. El Aceto Balsamico Tradizionale di Modena es un producto de alta gastronomía, protegido por la marca DOP. El secreto de su producción es antiguo, custodiado en las tierras de Módena… Se conocerán las diferencias y características del Aceto Balsamico Tradizionale di Modena DOP, el Aceto Balsamico di Modena IGP, productos ecológicos y condimentos. Seguirá el almuerzo a base de platos característicos de la tradición, reinterpretados y revisados a través del célebre Aceto Balsamico di Modena. Por la tarde visita a una de las más importantes bodegas de las colinas boloñesas, área por excelencia de producción del Pignoletto, en particular, en las franjas de colinas de los municipios de Valsamoggia, Monte San Pietro, Zola Predosa, Sasso Marconi, Marzabotto, Pianoro y Monterenzio. Apreciaremos el valor de un reconocimiento prestigioso conferido: la marca DOCG del Pignoletto Classico dei Colli Bolognesi A continuación, habrá una degustación.
DÍA 2
Etapa imprescindible en el fantasioso castillo Rocchetta Mattei, una de las atracciones más singulares de la provincia boloñesa, arquitectura de cuento producto de la fantasía del Conde Cesare Mattei (segunda mitad del s. XIX) y que combina de forma ecléctica los estilos medieval y morisco en un juego de cúpulas, torres y pináculos. Parada en un restaurante para un almuerzo a base de productos típicos de la zona y estación. Por la tarde, visita a un molino del siglo XVIII aún en funcionamiento, para adentrarse en el pasado y conocer el antiguo arte de la molienda del trigo.
DÍA 3
Jornada dedicada a la visita de los lugares emblemáticos de Bolonia. Descubriremos San Petronio a través de sus capillas, sus curiosidades y su historia, iniciada por voluntad de la comuna medieval en 1390; Santo Stefano, magnífico conjunto abacial conocido también como de las «Sette Chiese» (siete iglesias) y «Santa Gerusalemme bolognese» (la Jerusalén boloñesa), edificado sobre un antiguo templo consagrado a Isis. Los edificios del antiguo monasterio recuerdan a los lugares sagrados de Tierra Santa, creando una atmósfera única, sugerente y cautivadora. Almuerzo tradicional en un restaurante. Por la tarde, visita a San Domenico (Santo Domingo), un extraordinario tesoro artístico. El edificio, construido a partir del 1221, pocos años después de la muerte del santo fundador de la orden. Una obra maestra absoluta es la Cappella di S. Domenico, capilla en la que reposan los restos del santo, muerto en Bolonia en 1219. Aquí admiraremos las obras llevadas a cabo a lo largo de los siglos por los hermanos Pisano, Niccolò dell’Arca (también conocido como Niccolò da Bari) e incluso por Miguel Ángel… y el fresco de la Apoteosis en el cascarón del ábside, obra de Guido Reni. Nos acercaremos después a San Francesco, el primer edificio gótico de la ciudad (1236-1263), segundo en tamaño de Italia, solo por detrás de la basílica de Asís, rico en simbologías e historias curiosas, desde la música hasta la aviación, y lugar de sepultura de un Antipapa.